Hace pocos meses atrás, transcurría mayo cuando Franco asistía desde la Ciudad de Concepción hasta la guardia del Centro de Salud con una fuerte dolencia abdominal, tal vez sin saber que comenzaba a transitar un largo camino.
Tras la consulta, el equipo médico que lo atendió convoco a sus padres para informarles que su estado era de gravedad debido a una hepatitis fulminante y que debía someterse de urgencia a un trasplante de hígado.
Reunidos con Esteban, el papá de Franco, nos relata detalladamente los sucesos de aquellas primeras horas del pasado 10 de mayo cuando asistían primero al hospital y luego a la casa central del Subsidio de Salud a solicitar asistencia para Franco.
“Ni bien nos da su diagnostico el docto Gallo junto al doctor Carbonetti acudimos de inmediato para acá (Subsidio de Salud) a gestionar el avión sanitario y el hospital, para entonces desde la intervención del Instituto ya habían contratado un servicio particular que trasladaría a mi hijo hasta el Hospital Italiano donde se realizaría la cirugía, nosotros llegamos a alrededor de las 10 de la mañana y a las 14:00 ya teníamos todo para viajar”, aseguró.
“Viajamos ese viernes hacia Buenos Aires y mi hijo entro en emergencia nacional con el número uno en el listado de espera del INCUCAI debido a su gravísimo estado, menos de 24 horas después, el sábado por la tarde Franco ya había sido trasplantado”, recuerda.
Superada esta difícil situación, Franco y su familia festejaron sus 25 años el pasado 7 de septiembre, entendiendo que por segunda vez en un mismo año celebraban su nacimiento, es que aquel 12 de mayo, fecha en la que se realizo la cirugía, Franco había vuelto a nacer y es por eso que hoy quisieron compartir su historia de vida con los afiliados del IPSST, transmitiendo un camino de lucha ante una situación que muchas veces desborda y sin dudas, una vez superada marca un nuevo comienzo.
El propósito de Franco hoy, es el de agradecer a través de su papá a todo el equipo del IPSST que intervino para que hoy se pueda estar recuperando, “yo quiero agradecer junto con mi familia, a la Obra Social porque realmente lo que han hecho ha sido magnifico en todo sentido, acá en san Miguel de Tucumán como en Buenos Aires, acompañándonos a los largo de los más de cuatro meses que debimos permanecer allá y hasta el día de hoy, ya que hicieron que dentro de la situación extrema por la que pasamos sea todo más suave y llevadero a cada momento”.
Entre las personas que nombro en su relato y que fueron muchas, Esteban quiso destacar a alguna de ellas, “simplemente agradecer, hay mucha gente que ha tenido una atención invalorable para toda nuestra familia ya que han estado muy atentos a todo quiero agradecerles al Dr. Avellaneda, muy especialmente a la Dra. Luisa Pérez por su atención para con nosotros, al equipo de la Oficina de Turismo, la Sra. Adriana, Carolina, Pablo, a todo el personal del Instituto que nos atendió, a la señora Gladys de la Casa de Tucumán, Lorena, la Dra. León, al Dr. Matera que lo operó, a su equipo, al Dr. Indalecio y todas las personas que nos toco cruzar en este momento extremo y que gracias a todos ellos hoy mi hijo está en casa recuperándose”, agregando emocionado, “como yo le digo a mi hijo, has vuelto a nacer”, concluyo Esteban.
