El dengue es una enfermedad de tipo gripal que afecta a bebés, niños pequeños y adultos, pero raras veces resulta mortal. Es transmitida por mosquitos hembra, principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de A. albopictus.
¿Cómo se transmite?
El mosquito se infecta con el virus al succionar sangre de una persona enferma y posteriormente lo transmite a otras personas a través de la picadura. Aquellos infectados se convierten automáticamente en portadores y multiplicadores principales del virus durante 4 o 5 días; 12 días como máximo. En cuanto al mosquito infectado, este puede transmitir el agente patógeno durante toda la vida.
Actualmente no hay tratamiento específico para dengue. El único método para controlar o prevenir la transmisión del virus consiste en luchar contra los mosquitos y prevenir picaduras.
Precauciones:
- Eliminar los objetos inservibles que puedan acumular agua.
- Mantener boca abajo los baldes, frascos y tachos que estén al aire libre.
- Cambiar frecuentemente el agua de los floreros.
- Mantener la tasa de las rejillas o desagües sin agua o hacer correr el agua acumulada cada tres días.
- Mantener limpias las piletas de natación, con agua en circulación y clorada. Vaciar piletas, aún en otoño o primavera, para evitar transformarse en un potencial criadero de mosquitos.
- Mantener el césped bien corto y retirar el pasto cortado.
- Revisar y limpiar las canaletas de desagüe, principalmente cuando se avecinan lluvias.
- Usar repelentes autorizados, respetando los tiempos de acción indicados por el fabricante.
Síntomas:
Fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, escalofríos, vómitos, dolor detrás de los ojos, ronchas y sarpullido en el cuello y en el tórax.
No tomar aspirinas, ibuprofeno, diclofenac, ni aplicar inyecciones intramusculares ya que pueden complicar la enfermedad.
Importante: La detección clínica y el tratamiento adecuado de los pacientes con dengue puede reducir de forma significativa las tasas de mortalidad por dengue grave.