En esta época del año, las elevadas temperaturas son habituales en la provincia, por lo tanto, los golpes de calor se presentan frecuentemente debido a la exposición al sol durante un periodo prolongado de tiempo, el desarrollo de actividades en ambientes calurosos y poco ventilados, y la deshidratación continua del cuerpo.
los síntomas más comunes son:
- Sudoración excesiva.
- Piel enrojecida, caliente y seca.
- Sensación de calor sofocante.
- Sed intensa y sequedad en la boca.
- Calambres musculares.
- Agotamiento, cansancio o debilidad.
- Dolores de estómago, náuseas o vómitos.
- Dolores de cabeza.
- Irritabilidad.
- Mareos o desmayo.
- En el caso de los bebés, la piel se muestra irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal.
Hay que tener en cuenta que cualquier persona puede tener estos indicios ante la exposición al calor, siendo los más vulnerables los bebés, los niños y las personas mayores de 65 años.
Para prevenir este cuadro, es importante tener en cuenta estos consejos:
- Tomar abundante agua durante todo el día.
- No exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas o protegerse usando gorro o sombrilla.
- Reducir la actividad física en los horarios de mayor calor.
- Ingerir frutas y verduras evitando comidas abundantes.
- No consumir bebidas alcohólicas o muy azucaradas.
- Permanecer en espacios ventilados.
- En el caso de lactantes, se les debe dar el pecho con mayor frecuencia y mojarles el cuerpo manteniéndolos frescos. Si tienen más de 6 meses, se debe darle agua fresca apta para el consumo.
Es recomendable que ante la aparición de algún síntoma, concurra de inmediato al médico y si es posible intente bajar la temperatura del cuerpo con paños fríos o con un baño en agua helada, ingiera agua fresca, permanezca en un lugar fresco y ventilado, y evite automedicarse.