En el marco del encuentro, organizado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina, bajo el lema “Cómo construimos la salud del futuro”, el doctor Fernando Avellaneda, presidente del Consejo de Obras y Servicios Sociales Provinciales de la República Argentina e interventor del IPSST compartió su perspectiva sobre “Cobertura Universal y Acceso a la Innovación”. Dicho evento, también contó con la participación de David Aruachan, gerente general de la Superintendencia de Servicios de Salud.
En la oportunidad, el doctor Avellaneda se refirió al gasto promedio en medicamentos que tienen las Obras Sociales provinciales, dejando en claro que en los últimos años el ingreso real de los trabajadores de las provincias ha disminuido, por lo tanto la capacidad de cobertura también se vió afectada.
El referente de la COSSPRA, subrayó que las provincias deben avanzar guiadas por políticas nacionales que impulsen y marquen un camino conjunto:
“Uno de los desafíos que tenemos en todo el país es trabajar en forma coordinada la seguridad social provincial con sus Ministerios, además de incorporar un modelo de atención basado en el primer nivel de la salud, que sea obligatorio en la seguridad social. En esta forma de integración tienen que estar todos los actores, sin importar el subsector”, detalló.
Por su parte, respecto al estado de las obras sociales nacionales, David Aruachan expresó:
“Es una situación muy compleja. La recaudación no acompaña el gasto. Hoy estamos parados en el peor momento de la seguridad social, el fondo no alcanza a recaudar el dinero suficiente para los subsidios automáticos y reintegros por SUM. Creemos que el año que viene va a ser peor y si no hay una decisión política que destine recursos genuinos, se transformará en un seguro para financiar discapacidad.”
Finalmente, el doctor Avellaneda retomó lo dicho por el gerente de la SSS y explicó que las obras sociales provinciales no tienen reintegro de ningún tipo y que llegan a fin de año con balances negativos. No suelen tener apoyo de las provincias, porque cada una cuenta con un presupuesto asignado al que deben ajustarse. Sobre esto concluyó:
“Sin embargo, tengo una mirada optimista. Los acuerdos de trabajo conjunto tienen que empezar por las provincias; pero el Ministerio tiene que marcar líneas de trabajo. Debemos ponernos de acuerdo, no creo que ninguno quiera eludir la responsabilidad de hacerlo.”