Cada 31 de agosto, desde hace 81 años se conmemora en la República Argentina el Día Nacional de la Obstetricia y de la Embarazada.
Instaurado en el año 1934 por la Asociación Obstétrica Argentina, comenzó a celebrarse desde entonces como el Día de la Partera Argentina. Luego en el año 1962, durante el “Segundo Congreso Interamericano de Obstétricas” llevado a cabo en Perú, se acordó adoptar para toda América Latina la fecha del 31 de agosto como “Día de la Obstetra y la Embarazada”.
La fecha fue elegida en referencia al día de San Ramón Nonato, Santo que lleva este nombre por haber sido extraído de las entrañas de su de su madre sin vida, luego ingreso a la vida religiosa en la orden de la Merced y dedico su vida a la redención de los cristianos cautivos y por ello fue consagrado patrono de las obstétricas, parturientas y embarazadas.
La Obstetricia es una especialidad médica que se ocupa de acompañar a la mujer en su embarazo, parto y puerperio. La atención que brinda el médico comprende también aspectos psicológicos y sociales de un período tan especial como es la maternidad, por lo cual la calidad humana del obstetra es tan importante como su experiencia profesional.
Las consultas periódicas son muy importantes porque además de los controles para evaluar la salud y el desarrollo del embarazo, permiten aprender sobre la llegada del bebé.
Conocidas también como parteras o matronas, los obstétricos desempeñan un papel fundamental en el campo de la prevención de la enfermedad y la promoción de la Salud.
La Organización Mundial de la Salud los reconoce como el profesional adecuado para la reducción eficaz y sostenida de la mortalidad materna y neonatal.