Con la certificación entre sus manos y los conocimientos teórico-prácticos incorporados en su saber, el personal consultado, habló acerca de la capacitación en reanimación cardiopulmonar y desfibrilación precoz a la que asistieron, enfatizando todos ellos, tanto el valor y la importancia que posee este curso, como en el compromiso de parte de los instructores y de cada uno de los participantes.
En el caso de los compañeros Cristian Frías y Cesar Rosales, integrantes de la oficina de recursos humanos, contaron que en esta oportunidad, asistieron a re certificar los conocimientos adquiridos, ya que ambos habían recibido su primera capacitación en agosto pasado. Mientras que, Jorge Auil, quien se desempeña en la oficina de compras del IPSST, contó que se ofreció como voluntario para realizar esta capacitación, a la asistió por primera vez y a la que calificó como “muy importante”.
Durante la charla mantenida con el personal del Instituto, surgió que Rosales, días antes de repetir el módulo de capacitación le tocó asistir a una persona en la vía pública y poner en práctica los conocimientos que imparten en el curso, a la vez que no dudo en remarcar que, “cuando me tocó intervenir en esa oportunidad, fue muy importante tener la seguridad que te brinda el saber qué hacer en esos momentos, como reaccionar y manejar la situación hasta que llego la asistencia médica”.
Al hacer referencia sobre el trabajo que realizaron instructores y asistentes durante la jornada de capacitación, Auil, Frías y Rosales, concordaron en que la dinámica de trabajo que se planteó fue muy efectiva, ya que una vez que recibieron todo el módulo teórico, el personal a cargo de la capacitación los dividió en grupos reducidos de trabajo, lo que les permitió a todos los asistentes, acceder a la parte práctica y recibir las correcciones necesarias en cada caso.
Asimismo, Frías y Rosales coincidieron en que realizar esta capacitación por segunda vez les resulto de suma importancia para “pulir las técnicas”, a la vez que sugirieron acerca de la posibilidad de poder repetir con mayor frecuencia esta práctica, e inclusive la realización de simulacros para adquirir mayor conciencia y reflejos ante posibles situaciones críticas con pacientes reales, tal como lo intentan imprimir los capacitadores del Siprosa durante la instrucción.
Antes de cerrar la nota, Cesar Rosales hizo una breve reflexión acerca de ser parte del personal capacitado en técnicas de RCP+DEA y sentenció, “Somos una área cardio protegida según lo certifica el Siprosa y nosotros somos elementos o instrumentos para brindar esa protección, por lo tanto eso es algo importantísimo y además esto encierra una enorme responsabilidad como Institución”.
