La desaparición de esta enfermedad en nuestro continente, constituye un enorme éxito sanitario como único resultado de un gigantesco programa de vacunación que decidió llevar adelante y se implementó en el Brasil.
La lucha contra la viruela se dio continente por continente y se logró erradicar de la misma manera, registrándose el último caso en todo el mundo un 26 de octubre del año 1977, en el continente negro, África.
La viruela fue una enfermedad infecciosa grave y contagiosa, causada por el Variola virus, que en algunos casos podía provocar la muerte.
Al inicio de conocerse esta enfermedad no hubo nunca tratamiento especial para la misma y las únicas formas de prevención eran la inoculación o la vacunación.
Según la OMS, la viruela ha sido completamente erradicada, por lo que cabe destacarse que tanto la viruela como la peste bovina son las dos únicas enfermedades que han sido totalmente erradicadas de la naturaleza por el ser humano.
En el año 1796, el cirujano inglés Edward Jenner inoculó a un niño sano de 8 años realizando un ensayo con muestras de pústula de la mano de una granjera infectada por el virus de la viruela bovina.
Tras un período de 7 días el muchacho presentó malestar. Pocos días después, Jenner volvió a realizar varios pinchazos superficiales de la temida viruela, que el muchacho no llegó a desarrollar. El pequeño había quedado así protegido de la enfermedad de la viruela. Poco después se descubrió que la vacuna se podía transferir de un individuo a otro sin perder sus propiedades, lo que proporcionaba a la ciencia médica su primera arma eficaz para combatir esta pandemia.