Como muchos de sus compañeros, dos empleados de la Filial de Concepción, próximamente, recibirán un presente en agradecimiento de los 25 años que aportaron su conocimiento al IPSST.
Uno de los testimonios es el de Cecilia Oliva, quien comenzó en el año 1984, luego tuvo un permiso laboral de cuatro años ya que se encontraba adscripta en la Legislatura. Cuando retomo sus actividades en la institución, pidió el traslado a la sucursal de Buenos Aires, la cual fue “una experiencia inolvidable, porque atendíamos a los afiliados que trasladaban desde el interior a ésa filial. La gran mayoría era por enfermedades complejas, y los recibían en el Hospital Italiano, Hospital Fernández, entre otros. Te puedo decir que ahí conoces mucho más que en cualquier otro lugar”, manifestó Oliva.
La experiencia de Luis Alberto Fiat es muy parecida, sólo que él trabajó en casi todas las filiales del sur de la provincia de Tucumán. “Yo ingrese en el 87, fui nombrado para la filial de Alberdi pero estuve un tiempo en la sucursal de Concepción, porque necesitaba adquirir experiencia para capacitar a los nuevos empleados de Alberdi. Así fue hasta el año 1991, luego pasé a Aguilares, que se había inaugurado en ese entonces. A partir de 1994, me instalé en el sector contable de la filial de Concepción sin dejar de viajar, hasta el día de hoy, a las demás sucursales”, comentó Fiat.
Cecilia comenzó su carrera en Tesorería, pero el trabajo que realiza hoy es muy diferente “soy supervisora administrativa de Sanatoriales, por lo tanto, superviso sanatorios, médicos, empresas fúnebres, y afiliados. Tengo todo el sur prácticamente, y éste trabajo me mantiene viajando siempre por todos lados. Tengo que resaltar que, en estos años y al no estar siempre en un mismo lugar, adquirí una excelente relación con mis compañeros, pero no sólo de Concepción, sino con todos los se encuentran trabajando en las diferentes zonas”, declaró.
El trabajo que realizan es muy gratificante, cuándo a Fiat se le consultó acerca de las experiencias de trabajar en el Instituto de Previsión, destacó la excelente relación que tiene con sus compañeros, que luego de trabajar 25 años en un mismo lugar, te hace tener ese abrazo fraternal que sólo te lo puede brindar un familiar. Además resaltó que ellos están para ayudar al afiliado, “ahora me encuentro trabajando en Mesa de Entrada, atendemos la parte de materno infantil, mesa de entrada y seguro escolar, sos el primero en conocer la historia particular de cada uno. Lo que te llena el alma es cuando al afiliado le brindas una solución. Las personas vienen con problemas, y nosotros debemos darle una solución, alguna respuesta o por lo menos tratar de ayudarlo”, concluyó.