La patología se produce porque el sistema inmunológico no reconoce a la mielina como propia y en consecuencia, la daña. Si la mielina sufre lesiones, la habilidad de los nervios para conducir impulsos nerviosos al cerebro se interrumpe y, con el tiempo, la enfermedad puede causar el deterioro permanente de los nervios.
El diagnóstico de la Esclerosis Múltiple se determina por una evaluación clínica del paciente, efectuada por un médico neurólogo. Para ello, se requieren estudios de Resonancia Magnética, así como también con el análisis de líquido cefalorraquídeo, extraído mediante una punción lumbar.
Los síntomas varían de una persona a otra, pero algunos de ellos son:
- Entumecimiento o debilidad en una o más extremidades.
- Sensaciones de choques eléctricos.
- Temblores, falta de coordinación o marcha inestable.
- Problemas de visión.
- Hablar arrastrando las palabras.
- Fatiga.
- Mareos.
- Hormigueo o dolor en distintas partes del cuerpo.
- Problemas con la función sexual, los intestinos y la vejiga.
Es importante saber que la Esclerosis Múltiple no tiene cura. Sin embargo, algunos tratamientos ayudan a acelerar la recuperación de los ataques, cambiar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas. Desde la Obra Social, los afiliados y afiliadas, que estén diagnosticados, pueden acceder al descuento en medicación del 70%, perteneciendo al Plan Esclerosis Múltiple del Departamento de Programas de Gestión Racional de Medicamentos.
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