El cáncer bucal es una enfermedad multifactorial, en donde se destacan como factores desencadenantes el tabaco, el alcohol, prótesis mal ajustadas, restauraciones desbordantes, amalgamas, mala higiene oral, exposición a energías que producen daño directo a los genes como los rayos X, consumo de aguas con alto contenido de arsénico, afecciones virósicas (VPH), etc.
Una característica importante es que aumenta con la edad, a partir de los 50 años en adelante, con una prevalencia de aproximadamente el 4% de la población en Argentina, con mayor frecuencia en varones que en mujeres (3 en 1).
El odontólogo es una pieza fundamental para integrar la salud bucal en su atención primaria mediante un exhaustivo examen para detección precoz de signos y síntomas que permitan su prevención y/o cura.
Sintomas.
- Úlcera en la boca que no se cura (es el síntoma más común).
- Dolor en la boca que persiste (también es muy común).
- Bulto o engrosamiento en la mejilla.
- Mancha blanca o roja sobre las encías, lengua, amígdalas o el revestimiento de la boca.
- Dolor de garganta o sensación de atasco en la garganta que no desaparece.
- Dificultad para masticar a tragar.
- Dificultad para mover la mandíbula o la lengua.
- Entumecimiento de la lengua u otra área de la boca.
- Hinchazón de la mandíbula que hace que las dentaduras postizas no se adapten como es debido o se sientan incómodas.
- Aflojamiento de los dientes o dolor alrededor de los dientes o en la mandíbula.
- Cambios en la voz.
- Un bulto o masa en el cuello.
- Pérdida de peso.
- Mal aliento constante.
Desde el IPSST, le recordamos a los afiliados y afiliadas que no dejen de consultar con su odontólogo. Se recomienda realizar estas consultas odontológicas de forma periódica cada 6 meses.