Raúl García es el encargado de los aportes que realizan los empleados públicos a la obra social de la provincia. Es el jefe de la oficina de Control de Aportes que funciona en el séptimo piso del Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán. «Aquí recibimos toda la información de los diferentes niveles de Administración Pública y canalizamos el dinero de los aportes, para la obra social, para el plan complementario, sepelio, fallecimiento y plan materno», manifestó Gracía.
Cabe destacar que el departamento tiene dos funciones, una a nivel macro, la cual es recibir la información, procesarla y en base a eso se cobra el dinero que remite cada repartición. Y una a nivel micro, en la cual se atiende al afiliado. «Hay veces que sucede que no se les está debitando correctamente a los afiliados, y se dan cuenta cuando pasaron meses. Ellos concurren a nuestra oficina para regularizar la cuenta y abonar lo que le falta», aseveró el jefe departamental.
La contadora Liliana Díaz, es la jefa técnica del área y la define como «una oficina recaudadora, donde entran todos los ingresos de la obra social».
Liliana Agüero, segunda jefa, rememora los comienzos de la oficina, «en el año 1987 éramos dos personas solamente y estábamos unidos al sector contable de la institución. Después se vio la necesidad de separarlo, formar un área con todas las características. Luego fuimos perfeccionándonos y ahora con la sistematización todo cambió», comentó.
Experiencias
Una de las cosas que rescata Raúl es el trato directo y a diario que tiene con los afiliados, «te sentís bien cuando podés ayudarlos. Algo que pasa muy a menudo es cuando una persona recién se jubila, no sabe que debe cambiar su Declaración Jurada de activo a pasivo. El ANSES sigue descontándole un 4,5% de la obra social, pero no le retiene el plan complementario y sepelio. Por lo tanto el afiliado se da cuenta tarde y ya debe dirigirse a nuestra oficina para regularizar sus aportes», declaró.
La doctora Mirta Castro, no pensó que a su título de mediadora judicial lo pudiera poner en práctica en la oficina, «estudié comunicación efectiva, tengo mucha paciencia y eso me ayuda a poder explicar de una mejor manera al afiliado lo que debe realizar y el porqué de su problema. Acá cada uno tiene su función y se trabaja en equipo siempre pensando en solucionar los conflictos de los afiliados», remarcó Castro.
Fátima Cisneros, se desempeña como auxiliar de primera jefa, ella debe liquidar los expedientes que llegan por regularización de aportes. «una de las experiencias más enriquecedoras es cuando el afiliado viene afligido porque piensa que tiene una deuda con el instituto, y vos le explicas a qué se debe y le ofreces diferentes formas de pagos. Hasta el día de hoy viene una señora del interior de la provincia con una docena de huevos caseros para regalarme. Es un eterno agradecimiento que tiene para con vos.» indicó.
La oficina de Control de Aportes atiende de 7.30 a 13.00 hs en el Séptimo piso de la Casa Central del IPSST.