Se calcula que en todo el mundo mueren cada año por ahogamiento 400.000 personas. El riesgo mayor de ahogamiento ocurre en niños de entre 2 a 5 años. En solo dos centímetros de agua y apenas dos minutos, tiempo suficiente para que su nariz y boca queden cubiertas, un bebé puede ahogarse. Esta pequeña cantidad de líquido se puede encontrar en una pileta ya sea inflable, de lona o material pero también en un balde o una bañera. Por eso cuando hay chicos cerca se deben extremar todas las precauciones.
Desde el Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán, queremos brindarte algunos consejos para prevenir cualquier accidente en la pileta:
- Instalar una cerca o valla de seguridad alrededor de la pileta. Estas deben tener un mínimo de 1,2 metros de altura, con barrotes separados de manera vertical, por una distancia no mayor de 10 centímetros para evitar que el niño pueda pasar por ese espacio.
- Se recomienda instalar cubiertas protectoras.
- El cerco debe tener una puerta única con un mecanismo de apertura y cierre no accionable por niños pequeños.
- El borde de la pileta preferentemente debe ser antideslizante
- Si la pileta tiene boca de succión, asegurarse de que esté cubierta con una rejilla de trama pequeña para evitar que se atasque un miembro.
- Extraer todos los juguetes e inflables del agua cuando los niños dejen de nadar, para impedir que intenten recuperarlos cuando estén solos.
- Los dispositivos inflables de flotación pueden provocar una falsa sensación de seguridad y no son lo suficientemente eficaces para proteger a los niños del ahogamiento.
Para más información, visite el siguiente link: https://apps.who.int/iris/handle/10665/259488