Desde 1994 en la COSSPRA, todas las provincias del país firmaron un acuerdo de reciprocidad permitiendo la cobertura de sus afiliados en distintos puntos del país. Por este acuerdo la Obra Social provincial, recibe y brinda cobertura a cerca de 1200 estudiantes por año, más los diversos casos de derivaciones y traslados por servicios que se brindan en Tucumán y no en otras provincias. Este tipo de atención también es recibida por los afiliados del IPSST que deben ser atendidos en otras provincias, ya sea por traslados programados o por situaciones especiales. La oficina de Reciprocidad del Subsidio de Salud, recibe a las personas que vienen de otras provincias y necesitan atención o estudios en Tucumán, que no puedan hacerse en su lugar de origen y, a la vez, deriva a afiliados locales que deban hacer lo propio en otras provincias. Según Marcela Lupo, jefe del área “hay distintas categorías: el residente, el que vive aquí, el de tránsito (el que está de paseo), los estudiantes y el limítrofe (reside en el límite de su provincia). En este caso, muchas veces le queda más cerca viajar a Tucumán, que a la capital de su provincia. Por ejemplo Rosario de la Frontera, está a 100 km de aquí y a más de 200 km de Salta capital, entonces va a Trancas que está a 20 ó 30 kilómetros, o viene aquí por sanatorio o algo más específico”.
Un gran número de personas que atiende la oficina son estudiantes. Se estima que son 1200. De ese total, la mayoría proviene del NOA. Fabiana Rodríguez, maneja la recepción y alta de este grupo. “Verificamos los aportes del que viene de otra provincia,. En este momento tenemos, por ejemplo, más de 600 estudiantes sólo de Jujuy y alrededor de 400 de Salta y el resto de otras provincias. Los chicos llegan con su carta de presentación emitida por la obra social de origen, les hacemos un carnet y con eso se manejan, para todos los servicios. Ese trámite se renueva cada año. En su obra social presenta el certificado de estudio, y de allí en la carta viene con un periodo marcado que normalmente dura un año”, sostiene Rodríguez.
“En el caso de nuestros afiliados, si necesitan una derivación médica, el trámite es distinto. Se da cuando la prestación no se brinda en la provincia o la infraestructura sanatorial no está preparada o porque el médico tratante considera una inter consulta con un médico docente especialista. El IPSST lo deriva por ejemplo al Hospital Italiano, que es una institución que tiene todos los servicios. En reciprocidad se les hace un legajo donde queda registrado su historial médico, las derivaciones y el porqué de estas, no necesita iniciar un expediente, el tramite es directo en la oficina”, recuerda Lupo.
En el área trabajan siete personas, entre ellas el médico auditor Daniel Diosque. “Aquí se determina la gravedad de la situación, si amerita o no la derivación. Me toca evaluar cada caso en particular y decidir. Se realiza un entrevista con el paciente y el conflicto se da solo cuando se considera que no es necesaria la derivación, allí hay que sentarse a ver las opciones. Lo más importante es que el paciente entienda el porqué de la negativa. Son muy pocas las veces que decimos que no, porque cuando llegan aquí es porque realmente necesita, porque no hay otra opción”, afirma el profesional.
Para Diosque, hay que tener en cuenta muchos factores. “A veces llegan con derivaciones a lugares que son más caros que otros por una cuestión de posicionamiento y prestigio. Me ha pasado de tener que hablar con el médico que deriva y explicar que tengo la posibilidad de hacer el mismo estudio, con los mismos médicos y el mismo aparato y cuesta la mitad, lo que muchas veces no se tiene en cuenta. Es fundamental tener una posición honesta en tu trabajo, de compromiso, así todo marcha de la mejor manera”, concluye.