Inicio » Noticias | Actualidad » Un “motor” que repara, ayuda y repone

Un “motor” que repara, ayuda y repone

Es el lugar donde se ponen a punto a todas las oficinas, para que estas puedan desarrollar tu tarea diaria. Se trata de un trabajo silencioso, pero sumamente importante, porque permite el correcto funcionamiento de las distintas áreas y con ello el buen servicio al afiliado.

Un “motor” que repara, ayuda y repone

El sector de Mantenimiento, es el lugar donde se ponen a punto a todas las oficinas, para que estas puedan desarrollar tu tarea diaria. Se trata de un trabajo silencioso, pero sumamente importante, porque permite el correcto funcionamiento de las distintas áreas y con ello el buen servicio al afiliado.

Desde las primeras horas de la mañana comienza el movimiento en el subsuelo del edificio central del IPSST. Carlos Rengel, trabaja hace treinta y seis años en la Obra Social y desde hace ocho está a cargo de mantenimiento. El personal a su cargo está integrado por albañiles, carpinteros, herreros, electricistas, pintores, constructores y plomeros, entre muchos otros. Y para amalgamar mejor las tareas y las personas, considera que la coordinación y el buen diálogo son fundamentales para llevar adelante un grupo tan heterogéneo.

300_5Cuarenta y cuatro son, en total, los empleados de mantenimiento. El bullicio se escucha desde el acceso de entrada.  Todos rodeando la mesa de trabajo escuchan atentamente a Rengel,  dando las indicaciones como jefe de sector. Es él quien tiene la responsabilidad de realizar la asignación diaria del trabajo. “Antes de comenzar todo, escucho las novedades que tengan los muchachos. Me comentan cómo terminaron el trabajo del día anterior, si quedó algo pendiente, etc. Luego de eso, y de la división de lo que cada uno va a hacer durante el día, realizamos una oración. Nos encomendamos a Dios, pidiendo que nos acompañe en la jornada de la mejor manera posible”, cuenta Carlos.

Marcelo Molinero es uno de los electricistas. Comenzó siendo empleado de seguridad y desde hace cuatro años es personal del Subsidio de Salud. “Nosotros tenemos horario de entrada, pero no de salida. Si surge un inconveniente a último momento hay que quedarse. Cuando nos toca ir a alguna de las filiales, sabemos que no se regresa a horario. De nosotros depende que todo funcione. Hacemos un trabajo que no se ve”, afirma. Coincidente con su compañero, Rodolfo Andrada, el herrero del sector,  añade, “cuando todo anda bien, nadie se acuerda de nosotros, pero cuando algo se descompuso, allí se acuerdan todos Nuestro trabajo no se ve a simple vista”.

300_9Las tareas del área requieren de mucha coordinación para llegar a los objetivos. Luis Roca hace mucho hincapié en eso. Él realiza las tareas de pintura y construcción en seco. “Todo debe ser en coordinación, para yo poder hacer un cielo raso, tengo que esperar que el compañero que hace la albañilería y la electricidad termine. Todos tenemos plazos y debemos trabajar con esos tiempos, el retraso de uno, significa el retraso del otro y con ello el no cumplimiento a  tiempo del objetivo”, dice Roca.

Para todos los integrantes del sector, el orgullo más grande fue la puesta a punto del edificio del Centro de Calidad de Vida. “Se trabajó muy fuerte. Por la tarde, todos nos trasladábamos allí, había que terminar y que todo quedara excelente”. En el gimnasio –finalizó Luis Díaz, otro de los integrantes del sector-, hicimos una apuesta fuerte porque Rodolfo Andrada tuvo a su cargo toda la parte de hierros y Juan Maidana las tareas de carpintería y quedó un excelente trabajo.