La misión de un instrumentador quirúrgico es la de asistir, controlar, supervisar, y evaluar, el proceso de atención del paciente desde su ingreso al quirófano hasta su egreso a la sala de recuperación post-anestésica.
La instrumentación quirúrgica, surge como práctica durante de la Segunda Guerra Mundial, cuando aquellos cirujanos que intervinieron en la guerra fueron capaces de operar y salvar más vidas humanas de las que eran posibles hasta ese momento. Actividades que fueron respaldadas además por el advenimiento del uso de los antibióticos, luego de que en el año 1928, Alexander Fleming descubriera la penicilina.
En nuestro país durante la década del 30, el Dr. Bosch Arana: “considero imprescindible operar con Instrumentadoras Quirúrgicas en los grandes Centros Quirúrgicos”. Tal como lo escribiera en el libro técnicas quirúrgicas sincronizadas en al año 1937.
Desde entonces, la profesión no ha dejado de avanzar de la mano de hombres y mujeres que supieron abrazar esta profesión junto a los cambios científicos-tecnológicos.