Los Riñones, son órganos cuya principal función es filtrar y mantener la sangre libre de desechos provenientes de los alimentos; además ayudan a regular la cantidad de agua y de electrolitos como el sodio y el potasio en la sangre, eliminando a través de la orina cuando éstos se encuentran en exceso.
Los riñones, también cumplen funciones hormonales y se encargan de la regulación de la tensión arterial y sustancias importantes en el metabolismo óseo.
En conmemoración a la fecha, la coordinadora General del Centro de Calidad de Vida, doctora Natalia Grinblat, enfatizó sobre la importancia de la prevención y la detección temprana de la Enfermedad Renal. En ese sentido, señaló que «el diagnóstico en instancias iniciales, es muy fácil, sencillo y económico. Se detecta solamente con un análisis de sangre y orina, y en algunos casos, es necesario pedir una ecografía a los pacientes. Por otro lado, cuando la Enfermedad avanza hacia Insuficiencia Renal Crónica Terminal, se requiere un tratamiento sustitutivo tales como la Dialisis o Hemodialisis y Trasplante Renal, esos procedimientos son complejos”.
Por otro lado, señaló que “La Enfermedad Renal Crónica es muy frecuente, ya que más del 12 % de la población tiene algún grado de la misma. Argentina tiene hoy 29.682 pacientes con diálisis de los cuales 1.460 son tucumanos/as. Además, es importante destacar, que las personas que se encuentran en la fase terminal de la insuficiencia renal, recurren al procedimiento sustitutivo, que otorga 4 veces o más de posibilidad de mejorar la calidad de vida”.
Por este motivo, desde el Instituto de Previsión y Seguridad Social nos sumamos a la Campaña de Prevención brindando las siguientes recomendaciones:
- Hacer ejercicio (30-60 minutos al día).
- Beber abundante agua.
- Evitar el sobrepeso y la obesidad.
- Reducir el consumo de sal.
- Evitar dietas de alto contenido proteico.
- Evitar alimentos procesados o con aditivos de fosfato
- Disminuir el consumo de azúcar.
- Consumo moderado de alcohol.
- No fumar.
- Evitar el consumo de anti-inflamatorios, sólo en ocasiones puntuales, siempre bajo prescripción médica.
- Controles periódicos del estado de salud (especialmente en analíticas de sangre y orina que recojan valores como la urea, la creatinina y la glucosa).
La Enfermedad Renal no tiene cura, pero con una mejora en los hábitos de vida y de alimentación responsable, puede evitarse.