Así se lo denomina al departamento de Verificación y Pago por el gran trabajo que llevan a cabo sus empleados. «Dentro del departamento tenemos un gran equipo de administrativos, profesionales, médicos y farmacéuticos auditores. Ellos son el pulmón de la obra social, que se encargan de auditar a todos los prestadores que brindan un servicio a la obra social. Al ser tanto el trabajo, lo dividimos en dos oficinas, una es en el cuarto piso, en el cual se encargan de prestadores chicos como Colegio Médico, Círculo médico del Sur, etc, y en el séptimo piso se ve toda la parte sanatorial, allí está todo lo relacionado a las prestaciones sanatoriales. Es un trabajo muy puntilloso, ya que se trabaja en base a los papeles que presentan los prestadores, se debe controlar detalladamente los montos que ellos cobran, y si corresponde o no a lo especificado por el convenio. Luego se realiza el pago a través de Tesorería», detalló Gustavo Salas Correa, jefe de la oficina.
Otra de las tareas que tienen a su cargo es controlar a los profesionales si cumplen con el convenio que firmaron con la obra social, «nos llegaron casos de que el médico estaba prestando servicios para la obra social en determinado horario, pero en ese mismo horario estaba trabajando en otro ámbito de la Administración Pública, como en un Hospital. Por ello es que debemos hacer un control estricto para evitar que se den situaciones raras. Así como se controlan a los médicos también se controlan a los prestadores, porque hay cambios en cuanto a los valores de las prestaciones, tenés que ser detallista y fijarte en eso, porque por ahí hay cambios dentro de los valores que están estipulados y los que se presentan», manifestó el jefe de dicho departamento.
Más de 20 años
Hace más de 20 años que la mayoría de las personas, que trabajan allí, están dentro de la institución. Uno es el caso de la señora Ema Herrera, quién se desempeña en el cargo de jefa divisional de la sección de prestadores directos. «Desde acá salen todos los pagos, avalados por cada superior de nosotras y luego llegan a tesorería. Por ello es que se verifica, se controla y luego se liquida, también hay ocasiones donde el afiliado paga una prestación que nosotros no la tenemos, y nuestra función es reintegrarle el dinero, no en su totalidad, pero si una porcentaje», indicó Herrera.
La Ingeniera Natalia Borquez trabaja hace menos tiempo, pero desde que ingresó a la institución se encargó de cargar en el sistema computarizado todas las prestaciones en la oficina de Cómputos, luego la trasladaron a Verificación y Pago y allí quedó trabajando de la mano de Ema «estoy dentro de la división de Ema, y atendemos los prestadores directos, esto quiere decir los más chicos, como con el Instituto Cardiológico, Sociedad de Oftalmología, entre otros», remarcó Borquez.
Nancy Trejo se encarga del sector de Reciprocidad de Servicios, por lo tanto todos los pagos que se realicen a los prestadores y sanatorios de otras provincias, pasan por ella.
Si hay algo que resaltan y por lo cual están muy contentas de pertenecer a este equipo es la simpleza que tienen todos, «nuestro jefe departamental sabe coordinar el grupo de trabajo, y acá ninguno tiene el cargo puesto, sino que somos todos iguales», describió Nancy. Acto seguido, Herrera agregó «Yo hace 13 años que estoy en esta oficina, y la verdad que es un muy lindo grupo, y a pesar de estar hace mucho tiempo seguimos aprendiendo cosas, por ejemplo de la mano de la ingeniera Natalia Borquez, ella nos enseña muchas cosas que tienen que ver con el sistema», comentó Ema.
Silvia Trejo es la jefa divisional de Prestaciones Sanatoriales, e ingresó hace 28 años en la institución como telefonista, hoy recuerda como fueron los pasos hasta llegar a esta oficina. «Cuando comencé sólo contestaba el teléfono y eso me sirvió mucho para conocer a todos los que trabajamos dentro del instituto. Luego pasé por varias oficinas, y llegué acá. Soy de la idea de que el empleado debe rotar por la institución para que pueda conocer el manejo de muchas cosas del IPSST» aseguró Trejo.
Beneficios para los afiliados
Según Salas Correa, la institución «tuvo un gran avance en cuánto a la descentralización al crear el Centro Calidad de Vida, ya que la entrega de medicación y demás ya no se realiza dentro de la institución y eso fue un gran progreso, porque son muchos los afiliados y ellos vienen por problemas con su salud, debemos tratar de cubrir las necesidades de ellos como sea, trabajamos para darles un mejor servicio. Hoy por hoy la obra social cubre un 40% en casi todas las prestaciones, antes no era así».
A Silvia Trejo el cariño y la gratitud de los afiliados siempre la llevó a trabajar más y mejor por ellos, «porque nosotros trabajamos para ellos, no nos deben agradecer, pero aún así lo hacen. Un día, me encontré con una persona que hace muchos años ayudamos a que puedan colocarle un implante coclear. Ella me paró en el medio de la calle para agradecerme una vez más y al ver cómo había mejorado me llenó de alegría saber que nuestra obra social le pudo dar un mejor estilo de vida, y sin saberlo me ayudó a mí, porque ese día estaba con problemas personales, me cambió el día y la manera de ver las cosas».
División de trabajo
En el séptimo piso se recepcionan las internaciones, y ésta parte entran los medicamentos, los precios de ellos, y varios puntos que hay que tener en cuenta para la facturación a determinado sanatorio. Para ello cuentan con auditores médicos y farmacéuticos. Se debe tener un control exhaustivo de lo que facturaron y si eso corresponde a lo que se debe pagar al nosocomio.
Ésta es una de las tareas que tiene el doctor Hugo Almaráz, quién se desempeñó como subgerente de prestaciones médicas durante mucho tiempo en el Subsidio de Salud. Aquella experiencia le otorga al doctor Almaráz el suficiente conocimiento para estar a cargo de las auditorías y controles que deben realizar en la facturación que llegan de los diferentes sanatorios.
«Lo que puedo rescatar de ésta oficina, es el grado de compromiso y compañerismo que hay, la unión entre los compañeros, acá no hay diferencias por los cargos que tenemos, somos un grupo muy unido», detalló Almaráz.