¿Cuánto influye el frío en la elección de nuestro menú?
Muchísimo, resulta que nuestra elección durante las bajas temperaturas se da como una respuesta fisiológica natural de nuestro organismo, debido a que el mismo gasta mayor cantidad de calorías tratando de mantener la temperatura corporal.
Ahora debemos tener en cuenta que cuando descuidamos nuestra alimentación e ingerimos alimentos calóricos en exceso como pan, galletas, chocolates etc. Dejando de lado la actividad física, esa misma inactividad combinada con la alimentación de esta época del año, hacen que los kilos se acumulen a pasos agigantados.
Buscando evitar que eso nos ocurra, desde el Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán te acercamos nuevos consejos para tener en cuenta. Para empezar, diremos que el apetito humano resulta ser muy complejo por lo que, para saciar el hambre sin subir de peso y mantener el frío al margen, debemos optar por consumir alimentos altos en fibra y claro, calentitos, pero eso sí, bajos en calorías.
Para ello debemos consumir la fibra que no solo se encuentra en las frutas y verduras, sino también las hallamos en los cereales integrales, menestras, nueces y frutas secas. Si aprovechas las propiedades de la fibra, podrías prevenir muchos kilos sin la necesidad de pasar hambre.
Además es importante a la hora de diseñar nuestros platos que los mismo sean saludables y nutritivos incluyendo verduras salteadas, pollo, lomo, ensaladas cocidas que contengan papa, choclo, zapallito, brócoli, coliflor, champiñones, zanahoria, (todos alimentos de estación) que podemos acompañar con pescado.
Otra acción saludable al reemplazar tus platos con alimentos más nutritivos utilizando arroz integral o si optas por menestras que éstas sean tipo “ensalada” en vez de guiso, por ejemplo preparando las lentejas sancochadas con atún mezclándolos con espinaca cocida.
Al momento de realizar las compras debes pensar en llevarte variedad que puedas confinarlas en tortillas de verduras o soufflés, haciendo de estos ricos platos variantes nutritivos y bajos en calorías, obteniendo miles de preparaciones simplemente cambiando la verdura.
Asimismo debes tratar de combinar tus alimentos preferidos con alimentos más sanos, por ejemplo si les gusta el queso, en vez de añadirlo a una pasta, rellena tus champiñones y colócalos en el horno y desde luego incluye siempre en tu dieta las sopas o cremas de verduras que sirven para saciarnos mucho más que cualquier otro alimento ya que se trata de un alimento caliente y combinan fibra y agua en el mismo plato.
Comenza siempre con un buen plato de sopa o caldo de verduras, lo importante es hacer un equilibrio entre la ingesta y el desgaste y que el resultado sea positivo. Hacer deporte y comer saludable va de la mano.
Busca siempre los alimentos que nos aporten la mayor cantidad de antioxidantes para que así podamos reforzar nuestro sistema inmunológico y no ser tan vulnerables a los cambios climatológicos, como el brócoli, la espinaca, los tomates, el ajo, el camote, la naranja, el aceite de oliva extra virgen, las aceitunas, la palta, las fresas, los cereales integrales, el pescado (los grasos mejor), las nueces (en general) el yogurt griego, el té verde, el café pasado, la cebolla, los pimientos y el vino tinto (una copa al día).